El
Océano Pacífico alberga características muy especiales: es intrépido por el
movimiento de sus olas, es calmado por la delicadeza con la que despierta por
las mañanas y es divertido por las diferentes actividades que se pueden
realizar durante el día. Quizá lo más relevante sea que es hogar de una
cantidad inimaginable de especies marítimas en sus profundas aguas cristalinas.
Turistas
de todo el mundo visitan a Los Cabos
para adentrarse en las aguas del Océano Pacífico y deslumbrarse con los
secretos que guarda. A lo lejos, puedes ver el emblemático Arco, lobos marinos
tomando el sol y espectacular playa del amor. Martin Falklind descubrió que la magia también se encuentra en la
fauna.
Martin
es director y productor de cine sueco con una pasión impresionante por la
pesca. Ese mismo apasionamiento y respeto por el mar, lo llevó a realizar
películas desde joven con el objetivo de concientizar al mundo sobre la
importancia de los mares y la conservación de la biodiversidad marina.
Desde
pequeño quiso experimentar la vida en el océano. Inspirado por el libro El
Viejo y el Mar de Ernesto Hemingway, Martin quiso cumplir la aventura de
conseguir un pez. La primera vez que atrapó uno, lo hizo en un kayak. Y fue un
marlín.
Entonces,
Martin encontró un lugar conocido como la capital del marlín, Los Cabos. Su esposa María lo hizo
prometer que no volvería a pescar desde un kayak. Cuando llegó al territorio de Baja California Sur y vio la
impactante naturaleza que estaba delante de sus ojos, saltó al agua y rompió su
promesa.
La
adrenalina que vivió ese día fue asombrosa, en ese momento revoloteaban sardinas,
cuatro marlines nadaban en círculos debajo de su kayak y de repente una ballena
jorobada llegó para devorarse frente a él, a esas mismas sardinas que habían
estado minutos antes sumergidas en el mar.
El
amor que sintió por la increíble biodiversidad marina que existe en Los Cabos, lo invitó a regresar, esta
vez, para grabar la increíble experiencia y poder compartirla con el mundo.
Al
principio tuvo inconvenientes para filmar. El fenómeno de La Niña había asolado
la zona y durante ese año, no hubo ni un solo pez en el destino que grabar. Sin
dinero y sin peces, Martin creyó que su proyecto había llegado a su fin. De
repente, conoció a Don Luis Bulnes, quien lo apoyó para que terminara la
película para él, su familia y todos los habitantes de Los Cabos.
Con
la ayuda de Don Luis, el equipo de rodaje y todas las personas involucradas en
este proyecto hizo que se lograra concluir la película. El estreno fue en el
2012 con el objetivo de contar la otra parte sobre la pesca deportiva, la vida
marítima, el amor y el respeto al mar.
La historia que se relató es sobre la belleza que hay en los océanos, la majestuosidad de la biodiversidad marina y de la importancia de preservar la naturaleza.
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